martes, 31 de mayo de 2022

He llegado a Junio

 





Escondido entre páginas y letras 
un felino llora a la luna, que lo ignora

Cruzando el mar de los dilemas 
más con terquedad que certezas 
he llegado a Junio
sobreviviendo
arrastrando maletas llenas de esperanzas
esperando que Dios cuando despierte me vea

Presumiendo de cabellos plata y coleta larga
no pregunto, 
siento que los minutos se descuelgan cansados
Cronos no pasa corre
el lobo agita el pecho 
cuando estrujan mariposas inocentes
y los de siempre rezan, para calmar sus culpas
Soy un claro en el bosque de piedras
alguien que escogió hacer lo que dice
en esta ciudad gris a la que siempre vuelvo
Sigo en busca de  alguna calle sucia
donde una historia aguarda un final 
para empezar a olvidar




He llegado a Junio 
y no me reconozco
una arruga aquí, un quiebre allá
Debería indignarme, dicen 
sumarme a la calle, exigen
marchar con todos 
vestir de libertad
y no lo hago 
aunque el asco y la rabia, ensucien mis manos 

No es que no pueda 
sucede que no quiero
hay batallas que no tomo
hay palabras que no digo
hay besos que no entrego
 
Sigo incompleto, rengo
enamorado de una idea
del amor etéreo (que no existe)
soy libre, que no es solo
viejo astuto, 
sonrío solo sí quiero.

He llegado a Junio, que ya es bastante
escuchando soul y escribiendo sin rimas.









martes, 24 de mayo de 2022

Estás




Estás en el viento

en el pensamiento al final del día 

en esa sonrisa que ilumina mi rostro 

en la historia que intento contar

estás escondida detrás 

de una taza de café

en el atardecer vacío frente al mar


Estás y no estás

no te puedo abrazar










 



jueves, 19 de mayo de 2022

Verso perdido

 



Qué palabra plasmo que rime con latidos de tu corazón

cual melodía podría llegar a conmover tu alma

trayendo recuerdos 

del hogar en el noveno piso, que cobijó nuestras vidas 

qué palabra mágica encuentro 

que materialice por un instante

las miradas silenciosas

el roce de nuestras manos 

mis caricias sobre tu piel trémula 

y así recuerdes la promesa de una tarde

que significó toda una vida

encerrada en un deseo


Intento poemas en el cafetín de alguna plaza 

cuento historias donde eres la musa

vivo con la vana ilusión de que el azar 

juegue de mi lado

y te encuentre en alguna calle

sentada en alguna banca,

tomando un café frente al mar…

te evoco a diario mientras me esfuerzo en ser mejor

me detengo en la esquina del hoy posible 

construyendo el sueño que llevo

invento ocasiones gratas con una sonrisa

he atrapado la abundancia

y atesoro momentos de inmensidad celebrando triunfos,

pero no estás aquí.


Doy vueltas en las madrugadas

soñando que te sueño

y sueño que te tengo 

y tengo el amor de vuelta 

y por un instante sonrío

y me siento completo

y agradezco la paz efímera

que dura, lo que demora mi voz en decir

te extraño 


Y ese instante pequeño, alimenta el día 

tenerte aquí, guardada

en este corazón valiente

que ya no sientes tuyo, es una elegía que llevo escondida


A pesar de la distancia y el olvido

vives en un verso perdido que aún no encuentro

entre mi piel y mi alma.





jueves, 12 de mayo de 2022

Déjà vu en un día festivo



Hoy salí temprano a la calle, con el ánimo festivo de un sábado (cosa rara), aunque es lunes. Tenía una reunión en Lima centro y hacia allá me dirigí. Caminé hacia la Av. Brasil y tomé el bus morado que va en dirección al cementerio, cuando llegó a la plaza Bolognesi, en dónde queda la asociación de ciegos, me acordé de la historia de los ciegos que leí de Miguel Rubio, y que estará en su próximo libro, me divierte leer su trabajo. Bajé en Alfonso Ugarte y decidí caminar al encuentro de Roger Ordoñez, mi amigo escritor. Caminando llegué a la plaza Francia, me sorprendió lo ordenada y limpia que estaba, tomé unas fotos recordando a Severus, quien dice que parezco un turista japonés por la cantidad de fotos que suelo tomar cuando camino. Me sonreí con cariño, le voy a enviar un audio. Llegué al viejo bar  Queirolo ¿o taberna? del jirón Camaná, estar allí rodeado del aura de los viejos y letrados  parroquianos, observar las viejas fotografías es una experiencia singular. Roger llegó y conversamos por espacio de dos horas, mi amigo me dejó preocupado, lo noté apagado.  


Esta ciudad tiene un extraño brillo matutino, es extraño que en mayo siga saliendo sol, y hace que extrañe por estas fechas el invierno que me acomoda más. Tenía que ir a la Reniec  y tomé un bus, luego de caminar unas cuadras hasta la Av. Wilson. Soy yo o es la ciudad que ha cambiado, pensé en un momento. Estaba tranquilo pensando en mis proyectos y en lo que tengo que hacer.


Sentado observo a un pasajero, que come un plátano y arroja luego la cáscara por la ventana, la misma escena que muchas veces he contemplado aquí en Lima, y como yo pensarás, parece un déjà vu (ahora se pelea). Me disponía a decir algo cuando una señorita le habló.


  • - No se da cuenta, que lo que hace es de mala educación, tirar la basura a la calle es grosero - dijo con autoridad.
  • - Y a ti qué te importa, ¡anda a cocinar a tu casa! y no jodas - contestó el hombre.
  • - Machista, cochino, ignorante… - le dijo la chica. 

El hombre indignado hizo el ademán de pararse, mientras la señorita no paraba de hablar, de insultarlo, él había arrojado más cáscaras por la ventana, desafiándola y ella le recrimino con más adjetivos su acción, él caminó hacia ella. Todos miraban callados. Mi día festivo se había terminado. Me paré sin moverme de mi lugar, mirándolo fijamente. Lo estudié rápidamente, delgado, casi de mi tamaño, de unos 35 años, puedo, pensé. Me interpuse entre ellos, cuando él acercaba.

  • - ¿Qué te pasa oye? - le dije - Oye…
  • - No se meta viejo de mierda -dijo con rabia - si ella es valiente para insultar que aguante.


Cerré el puño y lo esperé. 


De pronto sentí que alguien me empujó, una sombra. 


Era un joven de espaldas anchas y brazos inmensos, más alto que yo, que raudo pasó por mi costado, sujetó al hombre por el cuello antes de que yo hiciera algo para defender a la chica. Solo necesitó levantar el brazo para que el otro se derrumbara y dejará su matonería. A empujones fue bajado del bus, que se había detenido en un paradero. La señorita agradeció a su héroe y a mí.


  • - Por eso estamos así, solo un "adulto mayor" y un joven venezolano, se metieron. Y todos mirando. Ese es nuestro Perú, no defendemos nuestros derechos. - dijo con indignación la joven.


Y yo pensando, no me agradezcas hija, ¿adulto mayor? ¿tan viejo me veo?...


Llegué a mi destino y me bajé en silencio por la puerta de atrás. Riendo en silencio, me salvó el fisiculturista. 


Sigo con mis proyectos.






 

miércoles, 11 de mayo de 2022

Jugarás bien tu partida

 


Hace poco leí un texto de mi maestro y amigo Miguel Rubio del Valle, quien hacía una descripción de los lugares que había conocido a través de su vida, me deleitaba con las imágenes que describía y las experiencias vividas en los lugares que "estuvo". En realidad leer a un escritor como Miguel, tan acucioso en lo que cuenta no tiene nada de novedad, podríase pensar que un buen escritor tiene la obligación de describir con exactitud los lugares, los hechos y las experiencias, pues ese es su oficio. Pero lo novedoso del relato de Miguel es que él no ha viajado y como él lo dice, conoció las pirámides de Egipto, el Partenón griego, navegó por el río Nilo y estuvo en Waterloo entre otros lugares, sin moverse un centímetro de la habitación que lo cobija. Pues solo narraba lo que había experimentado leyendo los libros que lo acompañaron siempre, enfatizando el valor de una buena lectura..
Hago esta introducción en un intento de resaltar la experiencia que tengo cuando leo la novela de mi entrañable amigo Juan Pedro Arce. "JUGARÁS BIEN TU PARTIDA" novela escrita en España y que maduró poco a poco, cada vez que llegaba del trabajo. Recuerdo que cuando ambos caminábamos por las antiguas calles de Madrid, él siempre me animaba a escribir, “escribe una novela” decía y sonreía. De eso han pasado muchos años, yo publiqué un poemario y él hizo su libro, se tardó más años, pues reconoce que es flojo para escribir y que solo lo hace bajo amenaza de tortura o muerte, de parte de su compañera.
“JUGARÁS BIEN TU PARTIDA” es una novela que encuentro muy bien escrita. Cuando me adentro en sus páginas el tiempo se detiene o pasa volando. Cómo dije en un post anterior Juan Pedro, ha logrado que experimente ese deseo desenfrenado de saber ¿qué va suceder?, ¿Cómo se resuelve lo que vive Candela? ¿O qué hará Jose Mari, en la convulsa España de los años 30? y demás preguntas que normalmente asaltan a un lector atrapado en una buena trama. Además mi amigo, me ha permitido recordar y regresar a lugares que he conocido en mi vida, que son los mismos lugares que él ha conocido porque es un viajero empedernido, como caminar, por ejemplo, por las Cibeles en Madrid o la Gran Vía, contemplando sus edificios, o extraviarme en las calles de San Telmo de Buenos Aires, o tomar un vino en la Piojera de Santiago de Chile que tanto me gustó, o dejar que el tiempo pase volando leyendo su libro en el Queirolo de Lima. Un escritor cualquiera no logra abstraerte del mundo como lo hace Juan Pedro cuando te adentras en las páginas de "JUGARÁS BIEN TU PARTIDA".
Se dice mucho que en Lima no se lee, o que la cultura está alejada de las personas por elitista y por la indiferencia de todos por los altos costos de publicación. Él ha tenido el enorme gesto de confiarme la distribución de su novela aquí en Lima. Lo cual haré con orgullo y empeño, no solo por ser un amigo a quien admiro, si no por la calidad de la novela que ha escrito.
Esta es la primera novela de Juan Pedro, y estoy seguro que no será la última. Me atrevo a decir que está obra llegará lejos, pero depende de nosotros hacer que su trabajo se difunda y llegue a trascender, aún en los momentos recesivos e inflacionarios que nos toca vivir en el Perú por estos días.
Si te interesa adquirir un ejemplar escribeme al inbox o escríbeme al whatsapp del 969342262 y nos pondremos en contacto.






Preguntas




A veces me pregunto
cómo será
tener un amor que desafíe
a Cronos, a Poseidón, a Eolo,
solo para verme.
Un amor que llegue
hasta el olvido donde habito
y que al cuarto día reconozca
que soy como Lázaro, un resucitado.
A veces me pregunto como Adán,
si muerdo la manzana
y como Saulo de Tarso
quedo sin argumentos, sin miedos.
A veces
solo a veces
te pienso, lloro
antes que Morfeo me abrace
y la musa guíe mis pensamientos.
Cuando dibujo el alba
soy un fénix
hecho hombre
respiro
he vuelto, sonrío



 


Ausencia

 



Ahora que al Olimpo lo veo desde mi ventana

y escucho los trinos dulces de las aves 

ahora que Eufrosine toca a mi puerta 

con coronas de laurel para mis sienes

 

Ahora que vuelo sobre letras

que descubro otras calles alejadas de la  melancolía

que mis pasos alzan vuelo

atisbo al horizonte donde el astro duerme

y sueño que está pronto el día

de conquistar la Ilíada que sueño


Ahora que mis manos están llenas de afecto

mi voz susurra un nombre prohibido

hoy que he dejado a un lado las quejas

y he mirado la abundancia, 

me cobijo bajo el árbol de la sapiencia 

y entiendo lo que he negado


Esta risa no debe estar solitaria

tu ausencia, no rima con olvido.