Hace un año, estaba preparando
la mochila para viajar a Catac en el departamento de Ancash, invitado por mi
buena amiga Miriam López Aguirre en representación
de la Asociación Estación de Brujos. El día 23 de Agosto llegaba de madrugada a Recuay y de allí nos
llevarían a Catac nuestro destino. Por
la mañana cerca del mediodía me llevaron a un colegio y tuve la oportunidad de contarles
cuentos a unos niños que me miraron como
si fuera la encarnación de uno de los “caballeros del zodiaco”. Que importante me
sentí aquella mañana y que certeza tuve en ese momento de que lo que había
decidido hacer, era lo correcto.
Hace un año antes de tomar la mochila,
solo era un perfecto desconocido para muchas personas (y aún sigo siéndolo) y
lo que es más sorprendente. Era más desconocido para mí mismo. Pero si algo podría decir de todo este tiempo
transcurrido es que ese proceso de aprendizaje no acaba. Aún me sorprendo de
todo y de todos, más de mí. De las cosas que se puede lograr con un poquito de
fe y confianza. Nada es fácil. Si mi madre no fuera mi soporte otro sería el
cantar y la historia. Si mi padrino Andrés, mi ángel de la guarda, su esposa y
mis primos no estuvieran cerca de mí (O yo de ellos) otras serían las historias
que estuviera contándote. Si Karina, mi amiga, no hiciera que ponga los pies en
la tierra, en donde estaría. Hasta ese momento solo tenía una idea de lo que
haría en mi vida. Luego de haber abandonado todo lo que era socialmente
correcto miraba mi vida en retrospección y lo que veía no era mucho de mi
agrado.
Pero llegué a Catac y me paré
frente a esos niños y cuando y regresé a Lima sabía lo que quería hacer y ser.
Publicar mi libro e intentar vivir de la literatura.
Y allí comenzó la verdadera
aventura que cierra su primera etapa este viernes 23 de Agosto.
Dicen que soy un guerrero, no lo creo, solo sueño despierto y camino, a veces llorando, otras riendo, pero no me detengo. No entiendo cual es el merito en hacer eso.
Lo que es realmente
coincidente es que es una fecha muy significativa.
-
El 23 de Agosto nació mi hijo único Juan
Mauricio Andrés Adrianzén Risso.
-
Un 23 de Agosto, les conté unos cuentos a unos
niños en Catac y ello significó una epifanía en mi existencia de manera indubitable.
-
Este 23 de Agosto, en la casa de la literatura,
presentaré mi primer poemario “El lento caer a la vida” editado y publicado por Ediciones Marginales, del que soy miembro fundador,
junto con mi amiga y socia Karina Medina.
Falta mucho camino por
recorrer todavía, este viernes 23 de Agosto de 2019 es un día que cierra una larga etapa, llena de proyectos
inconclusos. En palabras de Winston Churchill sería algo así como “el comienzo del fin” de una parte de mi vida y el inicio de
otra. Con una nueva versión de este
servidor, que juega a ser escritor y que aún se incomoda cuando se lo dicen o
le llaman poeta. Es que en el fondo no me siento así, no le he ganado a nadie y
como dice mi buen amigo Sabina (compañero de algunas amanecidas y otras copas
de vino) “entre poetas y eruditos me
siento un advenedizo, porque no entiendo de erudiciones y teorías poéticas”.
Yo solo me siento a escribir y luego “torturo
la palabra, para no torturar a los lectores” como me aconsejó mi estimado y
querido amigo y mejor escritor Víctor Salazar Yerén, que está por el mundo detrás de
un querer.
Sigo siendo un redomado y
terco enamorado, que a veces extraña el afecto. Sigo siendo un personaje polémico
y contradictorio, a veces depresivo, a veces exultante. Sigo necesitando de
palabras de aliento y de algunas críticas para entender que hay momentos
importantes y hay historias que dejaron de serlo. Sigo siendo un hijo lejano, ávido
de un abrazo materno, un hermano pendiente del amor de sus hermanas. Sigo
siendo un padre ansioso y nostálgico. Sigo siendo un hombre que erró el camino
y que en su nueva versión está siempre
en movimiento en pos de un sueño.
Y por ello deseo agradecer a
mis lectores, a los que se hicieron mis amigos en la red, a los que me leen y no ponen “like”. Quiero agradecer
de manera especial a aquellos que respondieron con un sí cuando les conté inbox
mi proyecto y en silencio confiaron en mí, tan solo porque dicen que alguna vez
mis versos o historias, alguna reacción les causó. Quiero agradecerles a cada
uno de aquellos que quisieron hacerme desistir de mi idea, por qué
me motivaron más. A cada uno de los que sabiendo de qué estoy hecho,
apostaron por darme una oportunidad más. A cada uno de los nuevos amigos que he
encontrado en el camino y que alientan desde su espacio en la vida, mis pasos y
cuando fallo me dicen que es parte del aprendizaje.
Pero es necesario agradecerte
Karina Medina de manera especial, por ser mi socia y más amiga, por tu cariño
en la corrección de este poemario. Por llamarme la atención las veces que sale
el engreimiento y la inmadurez, por hacerme ver mis errores, por enfrentarte a
mis convicciones y paradigmas, por confiar en mí y ver más cosas positivas de
las que yo mismo veo.
A ti hijo mío, por decirme un
día “te amo viejo, solo quiero ser la
mitad de padre que tú has sido conmigo”, no tienes idea Mau como lloré ese
día, entendía que si bien nada está olvidado, ya superamos los malos momentos.
Te agradezco padrino, (en
donde estés), una tarde me preguntaste: "¿Qué quieres hacer?...escribir tío", contesté, "cumple tu sueño hijo” respondiste. Lo estoy haciendo querido
tío Andrés, pero siempre me falta tu presencia.
Gracias, gracias, gracias.
A todos....
Este viernes 23 de Agosto es
muy significativo para mí. Me gustaría que me acompañes con tu presencia, con
tu afecto, con tus palabras, con tu aliento, en la distancia, en la amistad.
Este viernes “es el comienzo del fin” de una etapa.
Te espero.
Hora 7.00 pm Casa de la Literatura Peruana (antigua Estación de Desamparados) espalda de Palacio de Gobierno.