Un hombre camina con sus recuerdos
por una calle vacía y olvidada...
cruza una plaza polvorienta, tomada por las sombras
recorre esquinas malolientes en donde mueren afectos...
transita por calles en donde el amor al paso...cuesta...
en una urbe siniestra en donde la honra manchada...es costumbre
su voz suave sorprende...
La ciudad sin sombra, le observa...desde el lecho de un taciturno río
que enfermo y mudo desfallece de vergüenza...
los hombres ensayan palabras oscuras,
justificaciones, perdones que no dicen nada...
solo un rumor sordo enmudece al silencio…
en una ciudad que muere...sin saber bien porqué...
de ignorancia y maledicencia…
de hambre espiritual...
Un hombre en solitario en esta ciudad violenta...
un individuo que habla de paz...a los insensibles...
un padre huérfano de un hijo
un hombre que lleva un dolor sin nombre...
recuerda un nombre que se quiere olvidar..
que nadie desea evocar...
Y el hombre que clama justicia...con palabras suaves...
Una ciudad que perdió el alma, le da la espalda
una sociedad que embrutece sus sentidos le quiere ignorar
y las mismas calles rebosantes de enjundia...se ofenden
Las mismas esquinas...que gritan amordazadas...se indignan
y el mismo río de agua mortecina, se esconde
Nada cambia...
Es el tiempo que se agota...
Y el mismo hombre que no grita…Habla...
De paz...
De amor...
De comunión...
Y los sordos... Y los mudos...y los ciegos...
Siguen sordos….
Siguen mudos...
Siguen ciegos....
Porque quieren...y les conviene
Y el hombre endulza sus palabras
y el hombre que abraza una esperanza
y el hombre ofrece cariños y enseñanzas
y el hombre muestra un corazón que perdona
y el hombre muestra un corazón que perdona
Y ese hombre en una ciudad que no le quiere...persiste... Insiste...
clama por justicia
y da más...bendiciones
ofrece indulgencias
siembra esperanzas....un mañana...
Ese hombre es mi amigo...
es ejemplo...es sin más
solo un hombre bueno....