Y de qué sirve la
testaruda idea
de que la verdad eres tu
sí en la noche
conversas con el silencio
y te da razón
De qué sirve saber
la palabra
cuando los besos
traen respuestas
de preguntas no hechas
cuando los motivos se ahogan
en libros colgantes
en obras que son solo adornos
que si leíste
nunca comprendiste
De qué sirve, digo yo
tanta arrogancia
tanto el saber
tanto creer en un dios lejano
tanto andar un camino pedregoso
tanto el esfuerzo tonto
tanto amor civilizado
tanto el linaje rancio
y tanto de tanto
que es nada
Sí frente a la inmensa
certeza del final
solo estás tú
la sabana blanca
tu orgullo
y nadie más
que el silencio
Que siempre te da la razón