sábado, 5 de septiembre de 2015

La agonía.....

Guernica, es un apacible pueblo español que fue bombardeado por la Legión Condor alemana y  la Legión  italiana al servicio de los franquistas,  durante la guerra civil española...en 1937...

Inspirado en la pintura de Pablo Picasso "Guernica"....


Desde donde se encontraba podía ver el reflejo de las llamas en lo que quedaba de los árboles de la plaza, la luminosidad alumbraba la noche con intermitencias, el olor a chamuscado, a sangre,  a carne quemada era muy fuerte, tanto que le provocó nauseas. Intentó moverse y no lo consiguió, un fuerte dolor en la espalda se lo impidió, recorrió la mirada hacia sus extremidades, le faltaba el brazo derecho, aterrado vio solo un muñón que manaba sangre, sentía un dolor penetrante en todo el cuerpo que embotaba sus sentidos y que a la vez le hizo despertar.

Trató de recordar. Salía del café camino a casa cuando comenzaron las explosiones, no pudo correr mucho, solo se sintió elevado por los aires antes de perder el sentido, también recordó que el sonido y el estruendo era ensordecedor, como si la tierra se abriera, tragándose el pueblo entero, como si el infierno de pronto hubiera decidido conquistar la vida y destruir a todos. Se preguntaba donde estaría María y el pequeño Felipe, su hijo. 

Ahora tirado como un despojo sobre la tierra ensangrentada, solo miraba aterrado y sentía que su vida se iba escapando agónicamente, abandonándole de a pocos, frente a él reconocía los restos del caballo de su amigo Luis,  abierto de lado a lado, con las tripas  regadas en la calle, la cabeza de un toro de mirada desafiante más allá, los restos de unas piernas con los zapatos puestos. ¿No eran esos los zapatos que María le había regalado por su cumpleaños? Pensó. Inmediatamente con la mano que aún  le quedaba intentó tocar sus piernas. Soportando el dolor intenso, intentó mirar. Pero no logró mover el cuello, no sentía nada. Quiso pararse y correr a casa, pero no pudo, las fuerzas le abandonaban.

Y pensó en todo lo que aún hubiese querido hacer, darle un beso a Felipe antes de dormir, decirle a su esposa María, lo mucho que la quería, abrazar a sus padres y correr por los verdes campos con la pequeña bebé que su mujer esperaba, ella le había dicho que esta vez seria niña y que con la primavera llegaría trayendo alegría a sus vidas. Tenía sueño y cansancio, no sentía las fuerzas y no sentía las piernas.

Y pensó entonces, “Dios ¿acaso te olvidaste de nosotros? ¿Solo por pedir pan con libertad?, y  pensó también ¿Es cierto que la república es el gran Satán, como dijo el cura Julián?, ¿seriamos condenados como aseguró? ¿Dios, es este tu castigo, por desear tener una vida más justa?

Una llamarada le permitió ver mejor, reconoció al pequeño Teobaldo debajo de una viga que aún ardía, también alcanzó a ver el vestido de flores rojas de la abuela Juanita entre los escombros de la iglesia; que ironía, allí estaba la sotana del cura Julián también  y sintió pena por todos, también por él.

Y Pedro también pensó, reconociendo que eran sus piernas las que miraba, “Dios, creo que no existes…pero te lo preguntaré cuando te vea."

Y dejando caer una lágrima, por la niña que no conocería,...expiró.