Hace unos días, una mujer
comía un helado dentro del bus que
estaba lleno. El helado se derretía y unas gotas le cayeron en el rostro a una
anciana con polleras sentada, la anciana
arrimó con el brazo a la mujer y esta le reclamó por el hecho. La
anciana no decía nada solo la miraba. La
mujer en ese instante gesticulando arroja los restos del helado y una bolsa por
la ventana a la calle, mientras recriminaba a la anciana “¿Qué le pasa por que me empuja?
¿Qué se ha creído?” Y como
siempre no me quedé callado intervine sin que me llamen “Las gotas de su helado le
cayeron en la cara a la señora, y ahora usted
tira la basura a la calle. ¿Sabe lo que nos diferencia de los animales? La educación y el respeto”.
No me había percatado que la
mujer estaba acompañada de un hombre más alto y fornido que yo (yo estoy
gordo). Bueno, si las malas acciones son feas, defender lo indefendible entre irracionales es horrible. Bajé del
transporte con la camiseta hecha girones.
Hace unos días también,
pensaba sobre algo recurrente en mí vida. Como todos tengo amigas y me relaciono con mujeres durante el día, debo
decir en sincera confesión que me gustan todas las féminas, pero alguna hay que me gusta más que
las demás, pero solo eso, aprecio lo bonito y más aún la inteligencia. Pero
solo amo a una mujer, y justamente ella, no me ama (irónico). Se nos ha
enseñado que los hombres no podemos ser galantes y sinceros en esos temas y ahora
que cualquier insinuación es acoso o algo así, es mejor guardar silencio y no
exponerse.
Conozco a una chica de ojos
y sonrisa limpia, de ideas claras, muy francas y honestas. Admiro su
inteligencia y sabiduría. Un día de esos, de fragilidad sentimental, de
admiración por su elocuencia y ternura como sus mayores cualidades. Se me ocurrió
decirle “me gustas” y no es a la primera a la que le digo algo así, pero créame
lector, sin intención ulterior. Lo único que logré con eso fue alejarla,
asustarla y que me viera como un peligro. Solo contestó, me gusta otro. Desde
ese momento las cosas ya no son iguales y
considero que la amistad se dañó. No sé cuándo las cosas
encuentren su cauce normal y francamente no me sorprende, sucede así. La
única intención era expresar admiración y afecto, cercanía y empatía. Nada más.
A estas alturas de mi vida, una relación es lo menos que deseo. Solo dije "me gustas", no dije !quiero estar contigo!. Primero son mis
sueños, mis proyectos y las metas que tengo.
Lo cierto es que en lugar de
guardar silencio, término ocasionando
situaciones que están lejos de lo que deseaba y esa es una realidad. Me
pregunto entonces ¿Por qué me sucede eso?
Soy incorregible, lo
reconozco, no aprendo a pesar de la
recurrencia, pienso que la vida puede sonreírme aún, a pesar de que ella se empeña en decirme,
“no
eres el Cid Campeador”, “no eres Jon Snow”, “no eres confiable”, “no debes
mirar a nadie”, “ya estas viejo para esas cosas”, “no eres guapo”, además de otras señales que llegan con los días.
Hasta que leí un post del señor Miguel Rubio del Valle, no había caído en
cuenta que ello podría ser una carencia o un síndrome. Una falencia, decía, que se esconde en alguna parte de mi cerebro
como producto de alguna caída en mí infancia o alguna pelea de la adolescencia (es
una teoría que planteo aquí), quizás esté oculta en el hemisferio derecho de mi
cerebro o afectada por el derrame cerebral que sufrí hace años. Lo cierto es
que creo que es un síndrome de cojudez extrema creer que puedo encontrar a alguien que sienta la
vida con la intensidad que la percibo yo, creer que se puede ser sincero hasta
con los sentimientos y los gustos es un falacia que no aprendo, siempre peco de
sincero y honesto, digo las cosas creyendo que es la mejor forma de encontrar cariño y compañía, o tengo una
torcida forma de hacer justicia o señalar aquello que está mal. Lo único que
obtengo con ello es que las personas se alejen o problemas en la calle o el
transporte público.
Leyendo con atención el post del sr. Rubio del
Valle me di cuenta que podría denominar
a mi defecto como Cojudaxia o como el Síndrome de la Cojudaxia.
La Cojudaxia sería entonces,
si puedo definirle, algo como el
síndrome de creer que todos tienen el mismo nivel de empatía que yo. Sería, divago, como creer
que todos valoran la amistad y la sinceridad de la misma manera que yo. Teniendo
como segunda acepción, la incapacidad de
guardar silencio en situaciones donde no
debes mostrarte cómo eres. La torpeza de decir lo que sientes sin medir las
consecuencias de ello.
Siempre que caigo en el
síndrome de la Cojudaxia, al quedar
expuesto de esa manera, es obvio que la
otra persona actúe en consecuencia a lo que dije. O bien me responde de manera
desproporcionada o bien se aleja. Me ha
sucedido. No todos toman a bien mi sinceridad.
Digo, no estoy de acuerdo,
cuando debería decir, que buena idea. Discusión segura.
Digo, te equivocas, en lugar
de decir, siempre pensé que era así. Discusión segura.
Digo, me gustas, cuando
debería quedarme callado, para no asustar a nadie. Distancia segura.
Digo, eres única, cuando
sería mejor decirle los muchos defectos
que observo. Discusión y alejamiento seguro.
Digo que las cosas como las
siento y pienso, a veces funciona el freno (tacto), pero en la mayoría de los
casos las reacciones son disimiles a las que esperaba, algunos tienen
diferente concepto de la amistad.
El Síndrome de la Cojudaxia,
hace que me inmiscuya y diga algo que normalmente debo guardar, una lisonja,
una verdad, lo que deseo o lo que temo, no puedo controlarlo. Me ha alejado de
algunas personas. La Cojudaxia, hace que mis respuestas sean espontaneas, no
soy calculador, ni estoy midiendo mis palabras, tantos años y no consigo ser
astuto, voy de frente. Hasta cuando intento manipular alguna situación, se
nota. Para mi edad sigo siendo ingenuo, hasta torpe.
A estas alturas quizás te estés
preguntando si he bebido o fumado algo, pues estas reflexiones no tienen mucho
sentido. ¿O sí? No lo sé.
En conclusión, creo que a
estas alturas debo aceptar que nací con aquella deficiencia, ¿habrá cura o es
permanente? No lo sé. Lo que sé, es que puede ser contagiosa. Si te acercas a
mí, por favor ten cuidado.
Síndrome de Cojudaxia o no, es hora de mejorar. Saludos